Enviado: 04 de Marzo de 2020, 12:50
Es la segunda o tercera vez que asisto en cuestión de un par de meses a un debate sobre si una apuesta es verde o roja dependiendo de la aplicación que arroja las estadísticas.
Lo que me sorprende no es precisamente eso, lo que me sorprende es que el propio pronosticador no sabe si la apuesta es roja o verde porque ni siquiera hace las apuestas que pronostica. Y eso se intuye de manera directa o indirecta, solo hay que leer los comentarios de los pronósticos.
Me parece la perversión más absoluta de la TL junto con lo de las líneas volátiles y con lo de la invención total de líneas y cuotas. De hecho, en la mayoría de los casos, todo va de la mano.
Y claro, si no es el propio pronosticador, ¿quién puede verificar si se trata de un error o no? Nadie más, porque esas líneas no las coge absolutamente nadie. Todos los te sigo son irreales. Porque repito, nadie coge esas líneas que se publican, primero porque desaparecen y segundo porque en la mayor parte de los casos, son inventadas.
En mi opinión, de alguna forma u otra habría que obligar al pronosticador a que realizara sus propias apuestas, pues, aunque debería ser una imposición moral, si tienes una conciencia regulera, el propio concurso te lo debería exigir.
¿Quien sabrá entonces si una apuesta es roja o verde? ¿Una o dos personas que hayan podido coger la línea? Porque evidentemente el resto, no. Me parece dejarles una carga que no les corresponde.