Seguimiento de Roland Garros 2016: Crónicas, previsiones, noticias, etc.

A Djokovic se le acumulaban los partidos, la lluvia le ponía día sí y día también en el OOP (Order of play) por lo que ya no solo el partido en sí ante un jugador top 10 como Berdych era peligroso sino que estar mucho tiempo en pista podía causarle problemas en rondas posteriores con rivales aún más peligrosos. Ya de por sí Berdych es un rival peligroso pero además el día no acompañaba de nuevo, con frio y algo de lluvia las condiciones volvían a ser complicadas con lo que Djokovic se enfrentaba de nuevo a ese factor de adaptación.

Pese a eso Berdych lo tenía realmente complicado y es que además de que esta es probablemente la peor superficie para él, tenía el h2h ante Djokovic muy desfavorable, habiendo ganado solo 2 partidos de los 25 que han disputado. El hecho de que Djokovic lo conociera tan bien después de haber jugado tantas y veces y que fuese capaz de ganarle prácticamente en todas ellas, siendo durante varios años y en diferentes superficies hacía pensar que la capacidad de Berdych de dar la sorpresa se reducía sensiblemente.

El partido empezaba tranquilo, parecía que ambos estaban más preocupados en adaptarse a las condiciones y en no empezar por debajo que en ser los primeros en coger la ventaja con lo que tanto Djokovic como Berdych se concentraban en sus respectivos saques para ir sacando juegos. Esta situación duró hasta el 3-3 donde se rompió el balance debido a que Djokovic fue el primero en subir su nivel. El serbio apretó al resto y empezó a jugar más ofensivo de fondo y eso le dio la ventaja y el dominio del juego, lo que le dio los primeros breaks. Tras el 3-3 tuvimos un parcial de 12-3 en puntos a favor de Djokovic que conseguía dos breaks consecutivos y se llevaba el primer parcial por 6-3. La aparente igualdad de los primeros 6 juegos había sido rota con contundencia por Novak que se había mostrado muy superior en el final de ese set.

El segundo set empezaba de la misma forma, Berdych aún seguía jugando a un nivel medio mientras que Djokovic ya estaba en un buen nivel y eso creaba una diferencia contundente que Berdych no podía salvar solo a base de saque, menos en esta superficie y con el día tan húmedo. Ni un juego de margen le dio el serbio al checo, que conseguía el break y se ponía con 3-0 en lo que parecía que sería un paseo de Novak que conseguía puntos desde todas las posiciones y con todos los golpes. Pero pese a la superioridad clara del serbio parecía que Berdych mantenía una buena actitud y poco después le veíamos por fin sacar ese plus de nivel necesario. Empezó a apretar con su drive especialmente y a conseguir winners, los suficientes como para recuperar la desventaja e igualar el marcador. Pero al final estas en frente del nº1 y con solo mantenerlo igualado era insuficiente.

Con 4-4 ambos se ponían a sacar bien y con 3 juegos en blanco consecutivos se llegaba al 6-5 para Djokovic con saque de Berdych. Allí le entraron los nervios al checo y cometió los errores que no había cometido en los juegos anteriores artífices de la remontada y el serbio no desaprovechó esta oportunidad que le brindaba el checo y cerró el set con break para poner el 7-5 en el marcador.

Berdych no bajaba su nivel por eso, y empezaba de nuevo fuerte en el 3º set tras los nervios del final del 2º. Eso le daba un break de ventaja, un break de optimismo y esperanza. Pero Djokovic tenía claro que no podía permitir regalar sets y aumentar su tiempo en pista sabiendo que al día siguiente tendría las semifinales así que se puso el mono de trabajo y recuperó el break inmediatamente. Se mantenía cierta igualdad debido a la mejora de Berdych y los saques de ambos llevaban el set hasta el 3-3. Allí el partido se paraba por lluvia ante las quejas de Berdych que con razón argumentaba que llevaban jugando mucho rato debajo de la final lluvia y que para ahora, 2 sets y medio más tarde, era un sinsentido. Solo fue un amago ya que apenas estuvieron 5 minutos parados y volvieron ambos a la pista. Ante el panorama de una posible suspensión, Djokovic no quiso esperara y salió con todo, apretando desde el primer punto y consiguiendo el break necesario para cerrar el set en 6-3 y ganando un sólido partido.

Ahora Djokovic se enfrentará a la revelación y sensación del torneo, el austriaco Dominic Thiem, que fue capaz de vencer al belga David Goffin en 4 sets en un partido que duró 2h55.

Llegábamos a las semifinales de un Grand Slam y como no puede ser de otra manera teníamos uno de los mejores duelos que el tenis actual nos puede ofrecer. Estamos hablando del nº2 del mundo ante el nº4, en un torneo donde Wawrinka era el actual campeón y donde Murray llegaba siendo el principal aspirante a derrocar a Djokovic de su lugar de favoritismo. Tanto Murray como Wawrinka sufrieron al inicio del torneo, yéndose a 5 sets ante jugadores como Stepanek o Rosol pero poco a poco fueron mejorando hasta llegar ambos a este partido jugando al mejor nivel que se les ha visto en todo el torneo.

Ambos tenían sus propios muros y sus propias presiones. Wawrinka defendía el título del año pasado, lo que son muchos puntos en el ranking, y además tenía perdido el h2h con Murray que le supera en ranking. Por su lado Murray nunca había ganado a Wawrinka en tierra batida y nunca había pasado de las SF en Roland Garros con lo que hoy tenía un muro que nunca había superado. El tiempo permitía jugar sin problemas pese al frio y a la ausencia total del sol por lo que ambos saltaron a pista a la hora prevista a tratar de ganarse un pase para una final en la que más adelante sabríamos que esperaría Djokovic.

El primer set empezaba y vimos rápidamente cual era la táctica de cada uno. Mientras Wawrinka optaba por ser agresivo y atacar bastante, cambiando a la dejada cuando no podía desbordar a Murray, el escocés optaba por la misma táctica que usó en los dos sets finales ante Gasquet, táctica que le funcionó de maravilla en la que era muy sólido de fondo siendo insistente y agresivo cuando se lo permitían y atacando el segundo saque de su rival.

El inicio fue muy bueno de Wawrinka, el primer juego al saque lo sacó en blanco a base de winners de todos los colores y en seguida puso en aprietos a Murray al resto. Pero Andy parece que ha nacido para sufrir y es delos jugadores que más cómodo se siente defendiéndose y pasando por problemas y logró salvar ese primer juego al saque. Pero aunque Murray se sienta cómodo en esas situaciones no es de los que deja que el rival juegue cómodo mientras él sufre y al juego siguiente empezó a apretar desde el resto al suizo. Ya en ese mismo juego se vio lo capaz que era Andy de hacer sentir incómodo a Wawrinka y consiguió un break clave a base de forzar los errores del suizo.

Murray se defendía de los ataques de Stan y en cuanto este bajaba un poco el ritmo el escocés contraatacaba sin piedad y lograba el error del suizo. Eso sí, la calidad de Wawrinka es indudable por lo que seguía consiguiendo winners y poniendo en aprietos al británico, que tuvo que salvar varios bolas de break en el último juego del set para finalmente cerrarlo en 6-4.

El segundo set empezaba igual y a diferencia de Wawrinka que bajaba el listón, Murray seguía siendo infranqueable desde la defensa y demoledor en el contraataque. El suizo no estaba metiendo demasiados primeros y Murray no perdonaba los segundos con lo que poco a poco los puntos iban cayendo del lado de Andy y sin darse cuenta en apenas media hora el escocés ya había conseguido hacer dos breaks y cerraba el set por un claro 6-2, dando una muestra de superioridad y dominio que más que en calidad tenística fue en solidez mental y sentido táctico.

El partido parecía tremendamente decantado, Murray había tejido una tela de araña de la que Wawrinka no parecía poder escapar pero el suizo no había dicho la última palabra. Stan pasó a definir sus prioridades y la principal fue mantener el saque. Limitando esfuerzos al resto y centrándose en ser agresivo sin cometer fallos al saque (que es cuando tiene la mayor ventaja) empezó a sacar juegos adelante. Murray era superior pero no terminaba de ser capaz de hacer break y Stan se ponía con un peligroso 5-4. Parecía que el partido seguía su rumbo con el 40-15 de Murray para empatar a 5 pero los nervios salieron a flote y con 4 errores (3 no forzados) consecutivos Wawrinka conseguía su primer break, el cual le daba el set por 6-4.

Wawrinka pasaba a estar muy motivado, había hecho un gran esfuerzo y este set podía significar el inicio de la remontada pero Murray no estaba dispuesto a ceder todo el terreno que había ganado y salió fuerte. Wawrinka cometió algunos errores de más al inicio del 4º set y Murray no desaprovechó la oportunidad, sabía que con eso podía cerrar la puerta a la remontada que había abierto el final del 3º set y lo hizo, conseguía el break y se ponía 2-0. Desde entonces el suizo lo intentó pero Murray se aseguraba de no cometer errores y con ya 4-2 Stan decía basta y tras unos errores Murray conseguía el segundo break que le permitía cerrar el último set en 6-2 y ganar por primera vez en las semifinales de Roland Garros.

Ahora Andy tiene la prueba más complicada, se enfrenta en la final al todopoderoso Novak Djokovic que hoy se ha encargado de marcarle bien la línea al joven Dominic Thiem, dejando claro que entre él y los demás hay un muro que sobrepasar, ganando por un claro 3-0 en apenas 1h50.

Partido que parecía relativamente claro para la pareja formada por Ivan Dodig y Marcelo Melo, digo relativamente porque hay que tener en cuenta que tanto Marc López como Feliciano López son buenos doblistas, incluso muy buenos y que ya estamos en semifinales de Grand Slam con lo que realmente el que está en esta ronda es porque lo merece y es complicado ver mucha diferencia en esta modalidad llegados a estas rondas.

Aun así el croata y el brasileño eran favoritos debido a que son mejor pareja, llevan más tiempo compitiendo juntos en el circuito (pese a que los españoles se conocen bien y son amigos) y defendían el título que consiguieron el año pasado ante los hermanos Bryan. Además los López venían de pasar muy in extremis en la anterior ronda, salvando hasta 6 puntos de partido ante los franceses Benneteau y Roger-Vasselin, con lo que todo parecía indicar que la pareja con mayores opciones de pasar a la final era la de Dodig y Melo.

El partido empezaba raro. Tanto Dodig como Feliciano mantenían sus saques, Feli con su clásico saque-red apoyándose en su gran saque y Dodig aguantando desde el fondo de pista y subiendo de vez en cuando dependiendo de la situación. Pero lo más sorprendente llegaba en el 3º juego, donde Melo tenía claros problemas en su saque-red siendo atacado fácilmente y regalando un break con una falta de entendimiento incomprensible con jugadores de este nivel, haciendo saque-red Melo y cruzándose pero sin que Dodig lo hiciera, quedando ambos en el mismo lado de la pista y dejando todo el lado derecho abierto para un sencillo pasing de Marc con el que conseguían el break. Eso era una muestra clara de lo que estaba pasando, el nivel de Dodig y Melo no estaba siendo bueno y no solo eso, sino que se veían poco compenetrados. El resto del set no fue mejor, Dodig conseguía mantener su saque (ya que ambos estaban más cómodos cuando era el croata que el que estaba en el fondo y el brasileño en la red) pero eran incapaces de hacer nada al resto, donde los españoles metían todo primeros saques (terminaron el set con un 95%) yal siguiente saque de Melo de nuevo cayó el break, con el que los López pudieron cerrar en 6-2.

El segundo set era diferente. Tanto Dodig como Melo mejoraron bastante y empezaron a jugar más a lo que ellos saben. Solucionaron los problemas al saque y después de mantener unos juegos sin problemas empezaron a centrarse en sus opciones al resto, yendo claramente en busca del break cuando sacaba Marc López (que tiene un saque claramente inferior al de Feliciano) y consiguiéndolo en el 7º juego, un juego clave ya que les permitía sacar para set y poder ganarlo con un 6-3 en el marcador.

El tercer set empezó como el primero, con break en contra de Melo. Esta vez fue solo un despiste que los españoles supieron aprovechar y eso fue clave ya que cogían un break de ventaja, ventaja que pudieron gastar luego en un saque de Marc y que les permitía seguir con el marcador igualado. Los españoles habían conseguido llegar con eso al 6-5 y como sacaban primeros cualquier break point era automáticamente un match point y con ese resultado entraron los nervios en juego. Dodig ya había salvado 2 match points con su saque en el primer juego que se dio esa situación, el del 5-4 y con 6-5 fue el turno de Melo para salvar la situación al saque pero como se demostró durante el partido las dificultados en el saque del brasileño eran mayores y está vez Marc y Feliciano no desperdiciaron la oportunidad y ganaron el set por 7-5, ganando así un partido que les llevaba hasta la final.

Ahora los españoles se enfrentan a la mejor pareja de todos los tiempo, los hermanos Bryan, los cuales no llegan precisamente en su mejor momento de forma pero que están en 18-2 este año en tierra batida y que se deshicieron de Kubot y Peya en semifinales con facilidad, ganando en 2 sets en solo 1h12.

Llegabamos al último partido de dobles masculinos de esta edición de Roland Garros, la gran final donde se enfrentaban los López con los Bryan. Los españoles venían de menos a más, ganando en cuartos de final a los campeones del 2014 y en las semifinales a los campeones del 2015, y ahora se tenían que enfrentar a la mejor pareja de todos los tiempos para poder conseguir su primer título de Grand Slam en la primera final que jugaban juntos (anteriormente Marc López ya jugó dos finales con Granollers perdiendo las dos) por lo que sin duda no iba a ser una tarea sencilla.

Los Bryan por su parte no atraviesan su mejor momento y tras ganar al menos un título de Grand Slam al año desde 2004, el año pasado rompieron esa racha. Además abandonaron lo más alto del ranking para ser antes de empezar este torneo nº7 y nº8 del mismo. Aun así siempre son candidatos al título y de hecho también luchaban por convertirse en la única pareja en tener 3 títulos de Roland Garros (están empatados con otras parejas a 2 títulos).

El partido empezaba de manera inmejorable para los españoles. Nada más empezar ya sacaban un mejor nivel que el mostrado en las anteriores rondas de este mismo torneo, quizás incluso el mejor nivel que han tenido nunca juntos y eso les hacía superiores ante unos Bryan que no empezaban mal pero que estaban un par de peldaños por debajo del magnífico desempeño de los López. Ya en el primer juego del partido conseguían el break y tras un juego salvado donde cedieron un break point por culpa de dos dobles faltas de Feliciano López consiguieron ponerse 2-0 arriba. A partir de allí el set estaba totalmente decantado del lado español y los López sacaban adelante su servicio con facilidad y tenían una y otra vez bolas de break al resto. Los Bryan, como leyendas experimentadas que son, conseguía ir salvando los break points pero estaban siendo inferiores sin duda alguna y no podían ni pasar del juego a 15 al resto con lo que Feliciano con su saque cerraba el set con ese único break de ventaja por 6-4.

Era de esperar que los Bryan no se rindieran tan fácilmente y subieron su nivel en el segundo set. Empezaron a sacar mejor, tanto en porcentaje de primeros como en puntos ganados con el saque (especialmente con el primero) y eso les permitió liberarse de la presión a la que estaban sometidos en sus juegos de servicio y empezar a preocuparse de cómo conseguir un break que les diese la ventaja. Eso provocó un movimiento táctico interesante y es que vimos como ambos hermanos empezaron a restar con globos paralelos los saques de Marc López aprovechando que este no hacía saque-red a diferencia de Feliciano.

El segundo set se igualó gracias a esos detalles y ambas parejas iban manteniendo su saque. Pero poco a poco veíamos como los Bryan empezaban a poner en apuros el saque de Marc López, llevándole al deuce en varias ocasiones y consiguiendo algunas bolas de break. Especialmente duro fue el juego donde Marc tuvo que sacar para forzar el tie break con 5-6 para los estadounidenses, un juego que duró casi 10 minutos y en el que tuvieron que salvar una bola de set. Finalmente Marc consiguió conservar su saque y el set se fue al tie break. Un tie break que fue épico y de muchísimo nivel, empezando con minibreak los Bryan para tenerlo luego los López, gozando incluso de un match point al resto los españoles y ganándolo finalmente los Bryan por 8-6.

Nos íbamos a un tercer set que tuvo las mismas características que el segundo, ambos manteniendo su saque y siendo Marc el que sufría un poco más. Hasta que con 3-2 para los españoles se desató el carrusel de break, primero fue Bob quien perdía el saque, para acto seguido perderlo en blanco Marc para que luego lo perdiese Mike. Con ese triple break consecutivo se llegaba al 5-3 con saque para Feliciano y el mejor sacador de los cuatro no falló, hizo un juego perfecto con 4 saques muy buenos y un ace final que le daba a la pareja española el set por 6-3 y su primer título de Grand Slam.

Llegaba el gran momento, la gran final después de una dura semana donde además de batallar con los demás tenistas han tenido que pelearse con el clima. Era la gran final esperada por todos, sin Rafael Nadal y Roger Federer por el camino, el imperial Novak Djokovic y el renovado Andy Murray estaban predestinados a encontrarse en esta ronda final. El favoritismo era sin duda para Djokovic, que pese a no haber ganado nunca este torneo anteriormente seguía siendo el nº1 indiscutible actualmente. Pero no parecía que Murray fuese a ponerle las cosas sencillas, menos tras ver que el año pasado ya le llevó al 5º set y que este año le había ganado en la final de Roma hacía poco.

En una final de tal calibre donde ambos jugadores son tan buenos los detalles son muy importantes, ya no es que simplemente salgan a pegarle duro a la bola y el que tenga más nivel gane, sino que la táctica y la psicología adoptan un papel fundamental en el desenlace del partido. Djokovic estaba de nuevo en una final, y era favorito con lo que era una gran oportunidad, pero ya estuvo en la final antes y ya fue favorito antes y no pudo ganarla por lo que era, quizás, el muro más importante que Novak aún no había conseguido superar.

Y empezó el partido con Djokovic haciendo el break de salida en blanco, con el público loco por esa magnífica salida del serbio. Pero Murray no iba a asustarse por eso y tras ese juego empezó a carburar. La táctica que iba a usar Murray era la misma que usó en los dos últimos sets ante Gasquet, y la misma que usó durante todo el partido ante Wawrinka y esta de nuevo parecía que causaba el efecto deseado y Murray no solo recuperaba el break sino que además conseguía otro que le ponía con 4-1 arriba en el marcador ante un Djokovic que no estaba cómodo y que cometía más errores de lo que es habitual en él. El partido no era claramente dominado por Murray y los juegos estaban siendo bastante disputados pero una vez que había cogido esa ventaja el escocés ya no iba a dejarla escapar y tras un par de juegos que fueron bastante duros Murray se alzaba merecidamente con el primer set.

Djokovic estaba en problemas, estaba claramente incómodo ante la táctica que usaba Murray ser ser sólido pero agresivo desde el fondo y buscando atacar los segundos del serbio pero a diferencia de lo que uno podría pensar, Novak estaba tranquilo, no se quejaba, no gritaba, pese a que se le empezaba a escapar de las manos de nuevo el título en Roland Garros el serbio se mostraba calmado y concentrado en el partido, como si supiese que tenía que hacer para revertir esa situación. Y así fue, después de salvar un break point en su juego al saque apenas necesitó que Murray le dejase un poco la puerta abierta para que Djokovic entrase como un obús y consiguiese la primera ventaja consolidada del partido, 3-0. Después de ese break del serbio todo cambio para el escocés, Djokovic ganó en confianza y empezó a jugar más metido en pista y a cambiar mucho más al paralelo, obligando a Murray a perder pista lo que le hacía cometer más errores y no llegar ya a algunos winners de Novak. Una vez Djokovic obtuvo el dominio del juego ya no tuvo piedad y se puso a atacar él los segundos saques de Murray, consiguiendo un segundo break que le permitía cerrar el set con un claro 6-1.

El partido había cambiado totalmente y a diferencia de Murray, no parecía que Djokovic le fuese a dar la oportunidad de recuperar el dominio. Djokovic siguió apretando nada más salir, tenía el partido donde a él más le gusta, estaba metido en pista dominando con su drive, abriendo ángulos obligando a Murray a correr por todos lados y terminando los puntos con contrapiés, dejadas y voleas. El partido seguía siendo intenso y largo, Murray no había dejado de ser un maestro en la defensa y Djokovic necesitaba bastantes golpes para desbordarle pero el serbio ya jugaba como y donde quería con lo que no fallaba como en el primer set. Poco a poco los puntos caían del lado de Novak y el porcentaje bajo de primeros de Andy no ayudaba a la causa con lo que break tras break Djokovic conseguía llevarse el tercer set también con bastante claridad, 6-2.

El partido parecía totalmente decantado ya que Murray iba a remolque y Djokovic estaba jugando a placer y parecía imparable. Y así fue nada más empezar el cuarto set ya que como los dos anteriores, Djokovic dominaba y se ponía con ventaja en el marcador en seguida. Murray luchaba por mantenerse a un break (hecho al inicio del set por el serbio) de Djokovic para poder aprovechar un posible error y lo consiguió por un par de juegos salvando bolas de break pero terminó cayendo el temido segundo break y Novak se dispuso a sacar para partido con 5-2. Un segundo break que terminaría siendo muy importante ya que sacando para partido a Novak le entraron los nervios y no quiso arriesgar y Andy sin nada que perder fue agresivo y consiguió el break y el saque siguiente que dejaban de nuevo a Djokovic sacando para partido pero esta vez sin margen de error. En esta ocasión Djokovic se hizo fuerte con su saque y a la 3ª bola de partido consiguió cerrarlo en 6-4 y ganar por primera vez en su carrera el título de Roland Garros, quedando así como vigente campeón de los 4 Grand Slams, algo que no ocurría desde 1969.

Interesante final que teníamos en el campeonato junior. Un joven francés apoyado al unísono por el público y extremadamente motivado en la búsqueda de su gran momento ante uno de los jugadores más prometedores de los últimos años, un canadiense que ha roto varios records de ser el jugador más joven en pasar una previa para jugar el MD de un torneo Challenger o ser el más joven en entrar en el top 800. El canadiense era favorito por su nivel y por lo conseguido anteriormente con 2 años menos que el francés pero Geoffrey llegaba de dar la sorpresa en varios partidos y tras obtener una WC para la qualy del torneo de los mayores y ganar en 1R estaba muy confiado en sus posibilidad y la situación que rodeaba el encuentro era idílica para él.

Sin duda la superficie, el público, el lugar y el momento beneficiaban al francés pero el canadiense ya había demostrado que su nivel era suficiente para derrotar a cualquier junior con lo que el partido resultaba ser muy interesante, especialmente porque al ser juniors aún no tienen la regularidad y la solidez que tienen los que ya llevan años y años en el circuito con lo que siendo una final de Grand Slam podía pasar cualquier cosa. En seguida vimos por eso que ninguno de los dos se iba a acobardar ante la situación y salían a atacar con lo mejor que tenían.

El primer set fue un visto y no visto. Apenas duró 22' en pista el francés que pagaba los nervios y cometía bastantes errores. Ambos trataban de ser muy agresivos al resto pero no lo hicieron con demasiada eficacia. Auger-Aliassime conseguía ser más constante en esos restos agresivos y cogía muchas veces a Blancaneaux adelantado tras sacar con lo que iba sumando más puntos. El canadiense salía con intención de dominar por completo el juego y especialmente con su revés era capaz de desbordar al francés que trataba de defenderse pero acababa fallando. Felix dominaba en prácticamente todas las facetas y el marcador se decantaba hacia su lado de forma constante hasta que pudo cerrar en un claro 6-1 que le acercaba al triunfo final.

El segundo set fue diferente en cuanto a resultado del planteamiento. El guion era muy parecido, Auger-Aliassime seguía con la intención de atacar y atacar y no dejar que el francés hiciese su juego pero evidentemente cuando atacas tanto asumes un alto riesgo y como en el primer set ese riesgo fue bueno, acertando bastante y consiguiendo su objetivo de apenas dejar jugar a Blancaneaux, en el segundo ese riesgo jugó en su contra, el canadiense empezó a fallar más y eso no solo le quitó puntos que fueron a parar al francés sino que además le quitaron presión a Geoffrey que pudo empezar a hacer más cosas como contraatacar antes las dudas de su rival. Ninguno de los dos estaba al saque imponente con lo que el partido estaba bastante igualado pero Blancaneaux estuvo por delante en el marcador todo el set y con la fuerza que le daba el público fue capaz de cerrar con su saque en el 9º juego tras 3 breaks consecutivos y dejar el marcador en 6-3 a su favor.

Empezaba un tercer set de igualdad máxima. El guion seguía siendo el mismo, la batalla era entre Auger-Aliassime buscando hacer el winner y Blancaneaux aguantando intentando encontrar el error del canadiense. Sin duda si alguno de los dos conseguía decantar esa balanza de su lado ganaría el partido pero ninguno lo conseguía, ambos estaban alternando puntos y ninguno era capaz de hacer un parcial a su favor suficientemente grande como para romper el partido. La igualdad no solo estaba sobre la pista, también en el marcador y fueron pasando los juegos uno a uno hasta que se llegó al momento clave del partido. Con 5-6 para Felix hubo una grieta en esa igualdad, el canadiense conseguía hacer varios puntos buenos en el inicio del juego y se colocó con un prometedor 15-40 que le daba dos puntos de campeonato. Pero esa sería su perdición y es que tras perder el primero con un fallo, Blancaneaux salvaba la 2ª con el único ace que hizo en todo el partido. Eso le destrozó anímicamente y aunque tuvo otra gracias a un error del francés de nuevo la desaprovechó con un error. Tras esas 3 bolas de campeonato perdidas ya no levantó cabeza, el público rugía en favor de su joven compatriota y esa diferencia moral creada en ese 12º juego se rompió el partido, primero con break de Blancaneaux en el siguiente juego y luego con un juego en blanco al saque que le coronaba ganador de Roland Garros tras ganar 8-6 en el tercer set de una gran final.

Novak Djokovic consiguió, por fin, proclamarse como campeón de Roland Garros. Lo cierto es que fue la vez que mejor lo tuvo, hay que recordar que su cuadro ya era de por sí bueno y que uno de los jugadores top del circuito como es Roger Federer no participaba. Además de eso cayeron tanto Rafael Nadal como Jo-Wilfried Tsonga por lesión antes de llegar a las semifinales con lo que los cabezas de serie importantes de ese lado del cuadro se borraban de su camino. Lu, Darcis, Bedene, Bautista-Agut, Berdych y Thiem era el mejor cuadro que podría imaginar para llegar a la final donde sí que tuvo una dura prueba ante Murray, aunque puestos a elegir entre Wawrinka o Nadal que ya le habían ganado anteriormente en una final, el escocés (que nunca había pasado de las semifinales) quizás era la mejor opción para el serbio en una final aquí.

Sin duda alguna Dominic Thiem es el merecedor de este puesto (aunque Albert Ramos también hizo méritos para ello llegando a QF). El joven austriaco, uno de los abanderados de la NextGen, fue capaz de dar un grandísimo nivel y tras tener un cuadro complicado con Cervantes, García-López y Zverev se aprovechó de la baja de Rafael Nadal para colarse en una ronda que no se le esperaba y graduarse en Grand Slam ante David Goffin. Luego, ya en semifinales no pudo hacer frente a Novak Djokovic pero sin duda ha sido un excelente torneo para él, resultado que le permitirá colocarse ya como top 10.

Aunque hay varios candidatos para este puesto me voy a quedar con Benoit Paire. El francés que partía como 19º cabeza de serie tenía un cuadro bastante bueno teniendo en cuenta que estábamos en tierra batida. Él hizo un muy buen torneo en Montecarlo y jugando en el torneo más importante de su país hacía pensar que quizás daría una mejor imagen incluso de la que se podía esperar. Tenía los QF al acecho, siendo el único cabeza de serie en su camino el gigantón John Isner que baja mucho las prestaciones en arcilla. Pues ni siquiera tuvo la oportunidad ya que tras sufrir horrores para derrotar en 1R a Radu Albot en 5 sets cayó con bastante claridad en 2R ante Teymuraz Gabashvili. Una decepción ante su público.

Marc López/Feliciano López se alzaron con el título, en el que fue su primer título de Grand Slam tanto como pareja como por separado. Sufrieron en 1R ronda para derrotar a los argentino Duran/Gonzalez pero ya en 2R derrotaron con claridad a otros argentinos, Delbonis/Molteni. Tras dos rondas aparentemente asequibles vino lo realmente complicado, se enfrentaron en 3R a los nº1 del torneo, los franceses Mahut/Herbert a los que derrotaron sorpresivamente en 2 sets. Luego se enfrentaron en QF a los campeones de 2014, los franceses Roger-Vasselin/Benneteau ante los que tuvieron que salvar varias bolas de partido y estuvieron prácticamente fuera. En SF llegó otra dura prueba ante los campeones del año pasado la cual pasaron en 3 sets y por último, de nuevo también en 3 sets, vencieron a los estadounidenses Bryan/Bryan, la mejor pareja de la historia. Los españoles fueron de menos a más terminando a un excelente nivel y sin duda merecen este título.

Aunque la mayor sorpresa la han dado los campeones me voy a quedar con la pareja Brian Baker/Marcus Daniell como la sorpresa positiva de esta modalidad. Ya todos conocen la situación de Baker, un jugador de enorme talento que ha tenido infinidad de lesiones y que pese a que cualquier otro ya se hubiese retirado él sigue intentando volver siempre que está recuperado. Ya de por sí Baker no es un gran doblista y Daniell, aunque es un doblista decente, tiene en la tierra batida su peor superficie con lo que considero una bonita sorpresa el ver cómo llegaron hasta la 3R, ganando a Peers/Kontinen que eran los 11º cabezas de serie y quitándole un set en esa tercera ronda a los 6º cabezas de serie, Boppana/Mergea.

Aunque hubo varias parejas que no cumplieron con sus expectativas creo que Jean-Julien Roger/Horia Tecau fueron los que más decepcionaron. Pese a ser los nº2 del torneo cayeron en 2R, ganando a Pella/Zeballos en la ronda anterior y cayendo en 3 sets con Cuevas/Granollers. Aunque el español y el argentino son una pareja competente no deja de ser decepcionante ver como uno de los favoritos al título se quedan apenas en la segunda ronda de un torneo tan importante como es Roland Garros. Hay que recordar que defendían SF y que el año pasado fueron los ganadores de Wimbledon y del Masters de Londres.

Geoffrey Blancaneaux ha sido el sorprendente y merecido campeón de esta edición de Roland Garros. Sin ser cabeza de serie le esperaba una dura semana y ya empezó con un complicadísimo rival como es el japonés Watanuki, 4º cabeza de serie. Empezó dando la sorpresa en 1R y ya no paró, venciendo a la armada canadiense al completo. Sigouin en QF, Shapovalov en SF y Auger-Aliassime en la final fueron derrotados por el francés, que tuvo que remontar y sufrir pero que con el público de su lado fue capaz de hacer grandes remontadas (especialmente en SF y F) y llevarse el título. Hay que recordar que además Blancaneaux recibía una WC para la previa de los mayores donde fue capaz de ganar un partido sorprendiendo a Moriya en 1R.

Aunque no hay duda de que la sorpresa máxima fue ver al francés campeón me gustaría destacar aquí a Nicola Kuhn. El español nacido en Austria hizo un gran torneo siendo junto al canadiense Auger-Aliassime el primer jugador nacido en el siglo XXI en llegar a la SF de un Grand Slam junior. Aunque el cuadro fue propicio para poder dar esa sorpresa tuvo que vencer a Minaur, 6º cabeza de serie, apenas en 2R y tuvo un duro partido ante Moeller en QF.

Aunque Watanuki como nº4 y gran promesa nipona cayó en 1R hay que tener en cuenta que su verdugo terminó siendo el campeón. Por eso me quedo con el estadounidense Ulises Blanch como decepción de esta edición. Pese a que hizo un buen Trofeo Bonfiglio, torneo de Grado A, donde fue finalista derrotado por el nº1 del ranking, el griego Tsitsipas, aquí apenas pudo llegar a la 2R donde fue derrotado con claridad por el filipino Lim, nº23 del ranking, al que apenas pudo hacerle 4 juegos. Lim sufrió en 1R ante un WC y cayó en la siguiente ante Moeller, nº34, por lo que parece más demérito de Blanch el haber caído tan rápido cuando era el nº3 del torneo.