Nos vamos a la final del Challenger de Morelos donde se enfrentan el ecuatoriano Gonzalo Escobar (374) ante el argentino Matías Descotte (612). Será la primera final de ambos en esta categoría de torneos. Nunca antes se habían visto las caras y lo harán en tierras mexicanas.

El nacido en Ecuador llegaba a este torneo con una cantidad muy baja de partidos jugados en singles en el 2019, ya que, como el mismo dijo la temporada pasada, su principal objetivo en este curso era enfocar su carrera en el dobles; donde además tampoco venía consiguiendo resultados últimamente. Tercer torneo donde estaba inscrito en individuales, Escobar fue encontrando un cuadro con rivales que, o eran accesibles, o venían en un momento de forma lamentable. Hasta esa victoria ante Diez, que fue realmente meritoria, el manabita no había conseguido un triunfo y un rendimiento como para tomarlo en cuenta. Ya ante el canadiense mostró un nivel aceptable.

En la otra esquina tenemos al argentino Matías Descotte. Jugador más habituado a los future, pero con resultados bastante buenos en esta categoría y principalmente en superficies rápidas. El año pasado, por ejemplo, jugó 52 partidos en Hard y ganó las escalofriante suma de 40. Ya era hora de dar el salto, y vaya que lo ha hecho a lo grande. En Morelos se ha cargado a gente como Evan King, Tomas Barrios o Fanselow, mostrando un nivel muy alto y teniendo a la derecha y el servicio como sus principales aliados.

Sinceramente me esperaba algo de favoritismo para el ecuatoriano por estar más habituado a este tipo de torneos, pero no me esperaba que sea considerado tan favorito cuando, al igual que su rival, jugará por primera vez una final de Challenger. Creo que será un partido muy cerrado donde se lo llevará quien esté mejor de la cabeza en los puntos decisivos. Vamos con la victoria de Descotte. Vamos con stake 2.