Internacional Davis Cup 1. round 31 de enero 2014

Segundo encuentro del viernes entre USA y Reino Unido que enfrentará al número 1 local, Sam Querrey, con el segundo hombre de las filas visitantes, James Ward. Sam saldrá, salvo milagro, con la responsabilidad de la victoria para mantener vivos a los suyos, y creo que no va a fallar.

Y más allá aún: Querrey va a firmar un gran partido. No es terrícola ni mucho menos, pero no se defiende tan mal en esta superficie como en sus inicios y menos ante un jugador débil como es el caso de Ward. El británico, de nivel challenger sin más, no está preparado para encuentros tan largos y disputados como este, y pienso que no durará demasiado en la pelea.

Ward tiene un buen saque y es valiente en su tenis, pero tiene que irse a tumba abierta y eso no valdrá ante Querrey, que de fondo es muy superior. El cañonero yankee, capaz de ganar por ejemplo un set a un bastión en esta superficie como David Ferrer, pienso que va a reflejar su superioridad sin paliativos ganando por tres sets a cero a un Ward que se debería disparar en cuanto a errores no forzados.

Y aquí no digo que vaya a verse un under contundente como puede ser el de Murray, que va camino de ello, pero imagino que Ward no mantendrá durante muchos juegos consecutivos su servicio. Tendrá que arriesgar mucho con este tiro para conseguirlo.

Esto le obligará a jugar así con poco porcentaje, y depender en exceso de su primer saque en juego, pues no le veo aguantando mucho su segundo servicio con los potentes restos que vendrán del lado de Querrey. El norteamericano es superior, y mi lectura a priori me lleva a esperar un partido con dominio suyo, sin sufrir especialmente al saque dentro de lo que es una pista lenta y sí con varias opciones de romper, raro será que no disponga de alguna cada tres o cuatro juegos a lo sumo.

Al resto no es Ferrer ni Djokovic, pero creo que va a arriesgar, aquí la bola bota bien como para que servicios poco peligrosos como los de Ward le sean atacables y pienso que va a hacer daño antes de llegar a los últimos juegos de los sets. Y además, en esas situaciones, se maneja mucho mejor que un rival inexperto y con el público en contra que ahí puede y debe flaquear.