Cuota que no entiendo y que no veo más remedio que aprovechar. Vale que Pavlyuchenkova quizás no atraviese su mejor momento, pero ya sabemos cómo es el tenis femenino y la de alternativas que se dan en este deporte, con lo que no me fío tanto de la mala racha como de lo buena jugadora que a mi juicio es la rusa. Además, Anastasia está mejorando en las últimas semanas, y tras un comienzo de año catastrófico (5-15 hasta antes de Roland Garros) parece ver un poquito la luz al final del túnel. El Grand Slam parisino le sirvió para lograr dos buenas victorias y coger algo de confianza, la cual refrendó en Eastbourne al vencer en su debut a Hsieh, aunque fuese por retirada de esta pero con buen juego por su parte.
Más en forma parece venir McHale, con 18-12 y tras cargarse a Wozniacki. Pero este año la danesa no está para muchas fiestas y le quitaré un poco de mérito a la victoria. La estadounidense sí, viene jugando bien, pero ante jugadoras de ranking igual o superior al actual de Pavlyuchenkova (33 de la WTA) tiene un registro de 3-8, imponiéndose a Safavora, Peng y Kvitova y cayendo en el resto de duelos.
Creo que hoy el poderío físico de la rusa, de golpeo muchísimo más potente, va a determinar el devenir del encuentro. Si tiene algo de acierto, debería llevarse el encuentro de calle apoyada en sus golpetazos. Si no, McHale que es una gran defensora y mejor contraatacante va a obligarle siempre a jugársela, y puede desquiciarla. Pero como digo, si la rusa está algo atinada puede ganar y bien, haciendo que para McHale sea un suplicio hasta estar al servicio.
No creo que Pavlyuchenkova sea aquí la favorita, pero sí que al menos le doy más opciones que las bookies y voy a confiar en sus sartenazos.