Enviado: 29 de Septiembre de 2014, 00:04
quizas el compañero javierpapini podria ser mas selectivo a la hora de rajar, pero en general yo creo que es sano sacar a pasear a nuestro oscuro pasajero en las derrotas. en determinadas ocasiones a mi tambien me relaja dejar fluir la ira que se aloja en mi interior. de hecho tengo ciertos objetos junto a mi cuya mision principal es aguantar estoicamente mis embestidas. el cojin izquierdo y la caja de los auriculares suelen ser los que pagan los platos rotos. son como ese amigo fiel que nunca falla y simpre esta ahi para escucharte en los momentos dificiles. desde aqui aprovecho para felicitar al fabricante de la caja por la excelente calidad de la misma. tiene una dureza y capacidad de resistencia digna de admiracion. si fabricasen los coches con ese carton, la tasa de mortalidad caeria en picado. pero mi repertorio no se limita solo al cojin y a la caja. tambien he reventado algun que otro mechero de gas contra el suelo. una vez incluso, en un arranque de genialidad, tire un huevo desde mi terraza al coche de una vecina que tiene una plaza de minusvalida impactando de lleno en la luna delantera. esa vecina tiene mucho cuento y en realidad no la pasa nada. y para acompañar estas acciones suelo alzar la voz y espetar siempre una de las dos siguientes frases o incluso ambas: "esto es incrible, esto es increible!!!!" y "que hijo de la gran p..., que hijo de la gran p...!!!!". la ultima vez que monte en colera fue cuando sharapova perdio la semifinal de cincinnati este año contra ivanovic. seguro que muchos recordareis como sharapova tiro increiblemente ese partido con un festival de dobles faltas despues de tenerlo ganado muchas veces. le meti poco dinero pero a una buena cuota cuando la rusa iba perdiendo. en esa ocasion golpee la mesa vertiendo sin querer el vaso de agua. no fue ni mucho menos mi mejor actuacion, pero ya era muy tarde y tampoco queria montar uno de mis grandes shows. la verdad es que descargar la furia sobre objetos inanimados ayuda a relajarse mucho cuando se pierden apuestas de manera increible.