Pronóstico muy arriesgado, pero en el que confío en cierto modo tras analizar este partido. Empecé con la idea de ir con el ruso, pero finalmente he cambiado de idea y me decanto por nuestro Juanqui y su victoria en dos sets.
Juan Carlos Ferrero no atraviesa ni mucho menos su mejor momento, totalmente cierto. Las lesiones le han quitado ritmo y aunque su tenis es bueno (me gustó en la Davis y en lo que le vi de la gira americana) le falta ese poquito de confianza que te dan las victorias. Troicki en Australia, y Nishikori y Wawrnika ya en la gira sudamericana de tierra fueron tres partidos que pudo y debió ganar, pero le faltó eso que acabo de decir.
Tras Acapulco, tenía muchas ganas de hacerlo bien en Europa pero allí mismo tuvo la lesión en la muñeca entrenando que le obligó a parar de nuevo, y desde entonces hasta hoy. Vale que llega entonces con una tremenda inactividad, pero voy a confiar en él. Si no volvió antes es porque a sus años ya sabe perfectamente que de nada vale arriesgar y reaparecer precipitadamente. No se juega nada a estas alturas como para defender y buscar puntos desesperdamente, y si ha esperado hasta Madrid estoy seguro de que ha sido para volver con opciones de ganar, no para hacerlo a verlas venir ni a coger ritmo, sino para competir y tratar de ganar desde ya. Para esto me baso en lo que ha hecho las últimas veces:
2008: Se retira por lesión en Wimbledon. Vuelve tres meses después en Beijing, donde gana en dos sets a Kudryavtsev y a Verdasco.
2011: Tras acabar el 2010 como un trapo, aguanta su regreso hasta Barcelona. Reaparece ganando en dos sets a Xavier Malisse. Pero termina la semana mal, y a continuación en Madrid cae ante de Bakker y llega a hablar, entre lágrimas, de retirada. Pero piensa, se aleja de las pistas de nuevo ante la imposibilidad de competir de tú a tú. Vuelve dos meses y medio después en Stuttgart, donde debuta ganando 6-2 y 6-4 a Knittel. Terminaría llevándose el torneo cediendo dos sets en cinco encuentros.
Con eso, vemos que de las tres últimas veces en que tuvo que parar un largo periodo, reapareció ganando por 2-0 y firmando actuaciones más o menos buenas. Así que espero que hoy pueda repetir. Tendrá enfrente a Andreev, un buen tenista ex-top 20 pero con el que tiene un esperanzador registro de 5-1, siendo todas las victorias en dos mangas. Le parece tener cogida la medida, ambos se conocen bien y el valenciano parte como favorito si miramos esta estadística.
Pero Andreev no va a ser un rival fácil. El ruso está haciendo un buen año, acercándose un poquito a su mejor nivel pero muy falto de regularidad. Hasta ahora venía haciendo un curso decente, sin demasiados problemas para ganar a rivales inferiores (aunque con algún que otro borrón) y perdiendo contra aquellos en teoría mejores que él. Pero en las últimas semanas parece habérsele terminado el fuelle, y desde la gira sudamericana de polvo de ladrillo ha bajado su rendimiento.
Y es que con la bajada de ranking que sufrió en los últimos tiempos, se ha visto abocado a multitud de previas, con algún mal resultado. Cuando ha pasado a cuadros finales, no ha durado demasiado cayendo casi siempre en segundas rondas, excepción hecha de Buenos Aires donde alcanzó los cuartos de final, donde le eliminó Nico Almagro.
Llegada la pista dura, cayó con estrépito en las previas de Miami e Indian Wells, haciendo final entre medias en el challenger de Dallas II. Ya de regreso a Europa, sí mejoró en Casablanca aunque acompañado de un cuadro asequible (Montañés fuera de ritmo, Istomin un pato sobre tierra y otro tanto o más irregular que él como Guillermo García-López). Tras Casablanca, cayó en segunda ronda de Barcelona con Raonic y peor aún estuvo en Estoril, donde Cervantes-Huegún estrenó su casillero de victorias en la ATP ante él.
Por lo tanto, no sabemos qué versión de Andreev veremos hoy. Desde luego, no es nada fiable como para pensar en una victoria segura ante Juanqui, así que voy a inclinarme por confiar más en el español, y por el 2-0 pensando en que un partido rápido ya podría tender a caer más del lado del bueno de Igor. Además el ruso de los 12 partidos que ha perdido en el presente curso,
ocho los ha dejado escapar sin hacer una sola manga.