Enviado: 25 de Enero de 2011, 13:26
Para el que solo haya visto a Federer jugar contra Simon o Robredo, le recomiendo que vea su partido contra Wawrinka.
Salió con el disfraz de ir a por faena, con esa chispa y movilidad con las que generalmente nos deleita en las grandes ocasiones. Wawrinka solo tuvo una opción de break en todo el partido. Iban 2-3 para Stanislas y con el peloteo en juego tiró un revés paralelo al pasillo de dobles cuando Federer no iba a llegar. Se hubiera puesto 4-2 y saque, por lo que el partido podía haber dado un vuelvo importante. Por lo demás, aún le espero para salir a jugar. Solo hizo un ace en todo el partido, cometió errores no forzados inexplicables, y lo que es peor, se sintió inferior desde el primer punto del partido.
El primer set duró menos de media hora. Fue el set del respeto, ese en el que te meten un repaso importante porque sales derrotado del vestuario.
Y poco a poco Roger le fue minando la moral. Era superior cuando jugaban de revés a revés, le ganó puntos cuando Wawrinka pretendía smachar (similar a aquel que le sacó Murray a Mónaco, no recuerdo ahora el torneo). En definitiva, fue una lección de tenis.
Lo bonito del tenis, es que lo que hay parece negro, mañana puede parecer blanco, aunque entre líneas hay muchas variables a analizar. Me refiero a que Federer ha dejado claro que hay que tenerle en cuenta. Y mucho. Quizás la relajación de sentirse a años luz de Robredo hizo que realizara ese espanto de partido, y algo similar pudo sucederle con Simon. El caso es que ayer Rogelio sabía que no había margen para la irregularidad, y nos lanzó un mensaje en forma de exhibición a los que hemos dudado de él, al menos en este torneo.