Enviado: 12 de Mayo de 2014, 04:07
Ante un batacazo de un stake 7, tengo que, por lo menos, pedir disculpas por un pronostico fallado de este calibre e intentar explicar lo que vi durante el partido.
Resultado final: 107-88. Victoria de los locales, pero de un modo bastante extraño. O al menos no tan contudente como pueda parecer.
El partido empezo con una caraja monumental de Hawthorn, que solo llevaba 1 derrota hasta el momento y venia de arrollar en una paliza de 140 puntos en su ultimo partido.
No es solo que perdieran el primer cuarto por 25 a 7. Es que el parcial inicial fue de 24 a 0 y durante 10 de los doce minutos del primer cuarto no les vi ganar un solo pase en medio del campo rival. Por ganar un pase me refiero a un concepto que no se si he mencionado anteriormente.
Cuando un jugador realiza un pase con el pie y un compañero recoge el balon sin que este haya botado, y siempre que la distancia recorrida por el balon en el aire sea superior a 15 metros, el arbitro pita. Esto es un pase completo y significa que el jugador con el balon no puede ser placado hasta que no sobrepase la linea imaginaria donde ha recibido el balon o efectue un pase.
Estos pases son la forma "optima" de avanzar en footy, ya que, sobre todo cuando se realizan en el ultimo tercio del campo, dan opciones al jugador que ha recibido de pararse, retroceder unos metros, e intentar efectuar un disparo a palos, directo si esta lo suficientemente cerca, o indirecto, para intentar que alguien remate dentro de palos si esta alejado.
Pues bien, ni un solo pase de esos en todo el primer cuarto, lo que se traduce en 0 ocasiones de gol generadas, algo inconcebible para el campeon de la AFL.
En el segundo cuarto, la cosa mejoro, pero el resultado fue parejo.
En el tercer cuarto, Hawthorn arrollo a Sydney, poniendose 2 puntos por delante al final de este cuarto.
Pero en el cuarto cuarto, otra caraja monumental. Empezaron fallando dos ocasiones claras y concedieron muchisimo en defensa, permitiendo que Sydney se escapara de un par de goles, ante lo que bajaron los brazos de forma sorprendente.
En fin, rojo sin mas. Perdon a los que me siguieran.