Como no podía ser de otra manera en el último duelo de estos cuartos de final, encontramos un choque de altos vuelos donde italianos e ingleses ven como las posibilidades de conquistar la Eurocopa, algo inimaginable al principio del torneo, está mucho más cerca, pues solo dos partidos les separan de la gran final.
El balance de ambas selecciones hasta estos cuartos de final ha sido realmente bueno.
Los italianos han demostrado cierta falta de contundencia en sus partidos, pero su buena imagen en el partido ante España en el primer choque del grupo, sigue dando mucho rédito, más aún visto lo demostrado en el día de ayer por Francia.
Los ingleses rompieron con todos los pronósticos y consiguieron la primera posición del grupo D que tenía el premio de evitar a España hasta una hipotética final. Sin embargo, pese a sus victorias ante Suecia, después de ir perdiendo 1-2 en el segundo tiempo y ante los anfitriones ucranianos, las dudas que nos deja son bastantes. La gran labor de Hodgson que ha formado un bloque compacto en tan solo un par de meses, ha sido increíble. Los ingleses han sido capaces de reponerse a las bajas y a las serias incertidumbres, erigiendo en su capitán Steven Gerrard como el “canalizador” de todo el juego.
Aún así, la superioridad del medio del campo italiano con hombres como Pirlo y Marchisio puede ser determinante en el resultado de este partido.