Enviado: 01:52 25/07/2019
Seguimos con más pronósticos de cara a UFC 240 que se celebrará este fin de semana en Alberta, Cánada. Aquí voy a probar la cuota del coreano, pues veo ciertos déficits en el juego del luchador local que nuestro hombre podría explotar sin ningún problema. Gavin Tucker debuto en la UFC con una espectacular actuación. Tiro de un impresionante juego de piernas para ridiculizar a todo un veterano como San Sicilia. Fue una carta de presentación excelente para la compañía más importante de artes marciales del mundo, generando una gran expectación en torno a su persona que su siguiente combate no tardo en desvanecer. Tras la gran alegría llega la decepción, como bien dicen en el tenis. Ante Rick Glenn, Tucker fue totalmente desmantelado. No supo lidiar ni responder a la presión asfixiante a la que le sometió un rival significativamente más grande que él. Por si fuera poco, su cardio dio signos de flaqueza, quedándose sin ningún tipo de fuelle durante el tercer asalto. Personalmente creo que Gavin Tucker tiene grandes habilidades. Su golpeo es realmente bueno. Sabe encontrar sus distancias, elegir con inteligencia los golpes y su impecable juego de pies le puede llevar en volandas por si solo a más de una victoria. Sin embargo, su combate ante Glenn es muy expresivo pues nos dejo leer entre líneas las debilidades que presenta su arsenal. Y esas mismas debilidades casan a la perfección con ciertos puntos fuertes del coreano Woo Choi, lo que conforman la razón de que le favorezca en este emparejamiento pese a no ser el mejor luchador. El coreano es uno de esos atletas con una nutrición milimétrica. Posee una envergadura enorme para las 145 libras. Ser capaz de dar el límite de los 66 kilos alcanzando el 1,80 de altura es una tarea al alcance de muy pocos atletas. Imagino que en el futuro le veremos subir de división, cuando su cuerpo no soporte tal atrocidad. Pero mientras disfruta de la juventud y privilegios que reporta un metabolismo de 26 años, puede permitirse el lujo de cortar hasta el peso pluma. Choi es principalmente un striker. Parte de una base de muay thai, por lo que es habitual verle lanzar ataques poco ortodoxos. Sus piernas son una herramienta constante. Busca patadas a distintas alturas, variando tanto la pierna ejecutora como el ataque lanzado. Durante sus actuaciones en el circuito regional coreano, lanzó en repetidas ocasiones una patada frontal a la zona abdominal del rival para mantenerlo a una distancia prudencial. Ese mismo golpe puede ser un pilar esencial en esta pelea, pues dada su importante ventaja de tamaño, si consigue mantener a Tucker en la lejanía, tiene la mitad de la pelea hecha. Sus manos no se quedan atrás. Quizás eche de menos combinaciones más fluidas, pero cuenta con decentes ataques básicos. Y como buena base de muay thai, aporta un imponente control en los clinches, siendo capaz de mezclar rodillas y codos con los que dañar a cualquier rival improvisto. Desafortunadamente, su juego a ras de la lona continúa siendo un área en la que necesita trabajar. Tucker no es un gran wrestler, y en el pasado no le hemos visto forzar intercambios en el suelo. Personalmente, creo que trasladar esta pelea al piso facilitaría mucho sus opciones de victoria, pero no voy a confiar en un aspecto de su juego que históricamente no ha querido demostrar. Tengo la sensación de que podemos ver una contienda parecida a la de Tucker-Glenn. Nuestro luchador tiene un esquema físico bastante parecido al que tantos problemas le dio en la antigüedad al canadiense. Además, en el pasado Tucker ha tenido problemas con el cardio que no ha sabido subsanar. Ante Sicilia bajo considerablemente su volumen de golpes, lo que es un claro ejemplo de que no es capaz de competir tres asaltos al 100%. Por si había dudas, su contienda con Glenn dejo este apartado aún más claro todavía. Durante sus combates previos a la UFC apenas compitió en terceros asaltos por lo que es deducible la lógica a esa falta de preparación para el último tercio. Por su parte, Choi no ha dado hasta la fecha muestra alguna de desfallecer a lo largo de la pelea. De hecho, ante Movsar Evloev se pasó el combate defendiendo derribos, que minan la energía de cualquiera, y aun así llegó integro a los últimos compases También cabe destacar la ausencia de Tucker. Su última pelea data de septiembre 2017, lo que supone un arma de doble filo. Es imposible adivinar cuanto ha mejorado este luchador. Quizás halla paliado sus debilidades, o desarrollado armas completamente nuevas. Pero me niego a apostar basándome en suposiciones. Hasta que no lo vea, no lo creeré. Por otro lado, dos años lejos de los rings pueden ejercer un efecto de ralentización en su cuerpo. Tucker esta acostumbrado a iniciar fuerte sus combates, pero la oxidación de su ausencia puede hacerle comenzar algo lento, necesitando un par de golpes para despertar. Si a todo esto le añadimos algunas lesiones con las que ha tenido que lidiar, encuentro demasiadas banderas rojas en una pelea que, estilísticamente hablando, no parece favorecerle en absoluto. Como ya he comentado, Tucker puede presentarse como un luchador renovado. E incluso su juego de pies puede suponer un escollo más grande del imaginado para Choi. Pero con la información de la que disponemos actualmente, me siento cómodo probando la victoria de Seung Woo Choi. Stake 1 - @2.15 888, Wanabet / @2.10 William, Bet365, Sportium
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