Enviado: 11 de Noviembre de 2008, 20:28
Venía de haber anotado dos tantos en el triunfo de la selección inglesa frente a Bielorrusia (3-1). El tipo estaba de suerte, así que se fue directo a un club privado de Manchester a jugar por 650 euros la ficha. La historia la relata el 'Sunday Mirror', que cuenta a su vez que la mujer del delantero, Coleen McLoughlin, se encontraba en esos momentos en Londres sin saber a qué se dedicaba su marido. Todo un clásico.
El tabloide cree además que Coleen no supo jamás que Wayne había perdido casi el sueldo de una semana (Wayne cobra alrededor de 100.000 euros semanales) en unas apuestas con los amigotes. Bueno, pues ya lo sabe. El caso es que Rooney apareció en el 235 Casino de Manchester a eso de las 4.00 h. de la madrugada con la sana intención de gastarse parte de sus ahorros. “La gente se frotaba los ojos cuando entró”, afirmó una fuente del garito. “El partido frente a Bielorrusia había estado en la pantalla tan sólo unas horas antes y él ya estaba en Manchester”.
Este trabajador del casino indicó que Rooney recibió muchas felicitaciones al entrar: “Estaba feliz de hablar con la gente y tenía una sonrisa permanente en su cara. Parecía que dijera ‘Esta noche estoy de suerte. Seguiré así y haré una fortuna’”. Lo cierto es que las cosas se torcieron. “De repente tuvo una horrible racha de mala suerte. Al principio bromeaba con el repartidor. Le decía que debía de haber pisado una mierda de perro al venir. Pero cuando siguió perdiendo el ambiente en la mesa cambió por completo”, continuó la fuente.
De perdidos al río
Rooney cambió entonces el blackjack por la ruleta y puso cientos de libras en diferentes casillas para tratar de recuperar algo de dinero sin que su suerte variara un ápice. El único golpe de suerte en toda la noche fue que el casino tuvo que cerrar cerca de las seis de la mañana.
Para entonces, Wayne Rooney había perdido más de 80.000 euros: “El repartidor se quería morir, pero todo el mundo que juega conoce los riesgos que entrañan este tipo de apuestas. Rooney no es diferente a los demás. Cuando se marchó su cara era un torbellino pero al menos puede permitirse perder ese dinero”.
Hace dos años, el mismo tabloide reveló que el jugador de los red devils había acumulado casi un millón de euros en apuestas deportivas.
Fuente: Marca.com