Enviado: 24 de Mayo de 2010, 14:54
Los siete enanitos están de viaje por Europa, y han llegado a Roma.
Ya que andan por ahí, piden audiencia para hablar con el Papa...
y por supuesto se la conceden, porque claro... son los famosos siete enanitos.
Éstos ingresan a la sala de audiencia, encabezados por Gruñón. El Papa los saluda:
"Queridos hermanos, ¿Queréis preguntarme algo?... ¿Hay algo que os inquiete?".
Gruñón se adelanta:
"Disculpe santidad, queríamos saber si en Roma hay monjas enanas".
El Papa responde sorprendido: "Pueees... no, en Roma no hay monjas enanas"
Se oyen algunas risitas y murmullos entre los enanitos. Gruñón mira hacia atrás molesto, y todos callan.
Vuelve a preguntar: "Y en Europa...¿No hay monjas enanas?".
El Papa responde nuevamente, con santa paciencia: "No, querido hijo, que yo sepa, en toda Europa no
hay monjas enanas".
Ahora todos los enanitos se ríen, mientras que Gruñón se va poniendo colorado: "¡¡¿Y en el mundo?!!...
en todo el mundo!!!...¿No hay monjas enanas?".
"No, no querido hijo, seguro que en todo el mundo, no hay monjas enanas".
Los enanitos se cagan de la risa... saltan... se abalanzan uno sobre otro...se toman de las manos, y todos cantan...
"Gruñón se folló un pingüino..."
"Gruñón se folló un pingüino..."
"Gruñón se folló un pingüino..."