- Dice que los tres amigos estaban en la casa en el momento del crimen El cadáver de Marta del Castillo no está en el río, en el que los buzos de la Guardia Civil lo han buscado durante más de un mes, sino en un vertedero de basuras. Lo confirmó ayer su presunto asesino, Miguel Carcaño, en una nueva e inesperada declaración que da un giro espectacular al caso de la desaparición de esta joven de 17 años.
Carcaño, que ayer salió de la cárcel de Morón para llevar a cabo una diligencia judicial, pidió al juez que investiga el caso, el magistrado Francisco de Asís Molina, ampliar su testimonio y aseguró, según ha podido saber EL MUNDO, que el cuerpo de Marta fue arrojado a un contenedor de basuras situado en la esquina de las calles León XIII y Jorge de Montemayor.
De acuerdo con esta nueva versión, Miguel no se encontraba solo en su domicilio de León XIII cuando sucedieron los hechos, sino en compañía de sus amigos, Samuel Benítez, y el menor conocido como 'el Cuco', lo que incrimina, definitivamente, a todos en el crimen, tras el cual entre los tres se deshicieron del cuerpo en el contenedor de basura más próximo a su casa.
Tampoco, según esta nueva versión, Marta fue asesinada de un golpe asestado con un cenicero, aunque no ha trascendido cuál fue el arma del crimen.
Miguel se mostró, según las fuentes consultadas, muy nervioso durante la diligencia por la que fue llamado, la comprobación de su llamada desde la cabina de León XIII a Samuel. El juez lo llevó ayer a esta cabina, situada, precisamente, junto al contenedor, en la esquina de León XIII y Jorge de Montemayor, para averiguar si se pudo realizar esta llamada. Fue al término de esta diligencia cuando el presunto asesino pidió declarar de nuevo.
A resultas de este nuevo testimonio, el juez Molina ordenó ayer la paralización del tratamiento de residuos en los vertederos de Sevilla, en los que se busca concienzudamente el cuerpo.
La nueva versión obliga, además, al magistrado a llamar a declarar, de nuevo, a los detenidos. Hoy lo hará el menor de 15 años, cuya declaración está previsto que se produzca a las diez de la mañana. Cuando termine, según las fuentes consultadas, podría llevarse a cabo una nueva reconstrucción de los hechos acorde con la nueva versión.
www.elmundo.es